Así lo reflejan los resultados de una encuesta a 12.000 personas que ha publicado la editorial Signo Editores con motivo del Día del Libro, que se celebra el 23 de abril.
A la hora de atribuir responsabilidades, el 60% de los encuestados considera que el hábito de la lectura debe iniciarse en el colegio, frente al 40% que reconoce que es una práctica que les corresponde a los padres en los hogares.
El 38% de los encuestados se define como consumidor de literatura, en especial de novelas -con predilección por las obras escritas en castellano-, mientras que un porcentaje muy similar, el 36%, reconoce leer diarios y revistas varios días a la semana para mantenerse informado. También llaman la atención los lectores que tienen entre sus lecturas los libros de consulta -2 de cada 10 encuestados-, un género a priori más indicado para estudiantes o profesionales.
La novela contemporánea acapara la mayor parte de las lecturas, seguida por la novela clásica y, en un porcentaje menor, las biografías. La lectura es, además, una actividad que la mayoría de los encuestados asocia con el ocio: leen para entretenerse y para desconectar.
Sin embargo, la falta de tiempo es el principal inconveniente a la hora de leer un libro (un 55% de los encuestados), el 27% asegura que los libros tendrían que ser más baratos, y el 14% reclama una mayor educación lectora.