Halloween

Noche en la que las ciudades se visten de naranja y negro y los zombies se apoderan de las calles. En realidad esta fiesta tiene mucho que ver con la de tradición española ya que la palabra Halloween es una derivación de la expresión inglesa All Hallows' Eve, que viene a significar Víspera de Todos los Santos. Esta festividad, por tanto no se aleja mucho de la fiesta occidental, aunque claro, ellos destacan la parte terrorífica.

Según los celtas, precursores de esta tradición, la noche del 31 la puerta que separaba el mundo de los vivos y el más allá quedaba abierta, y los espíritus entraban y vagaban por las ciudades en las que habían vivido. Los aldeanos conscientes de todo esto, ponían en las ventanas de sus casas una vela por cada difunto familiar, así cuando los espíritus veían las velas pasaban de largo, de lo contrario los perseguían y perturbaban durante toda la noche. De este pequeño relato tiene su origen la famosa calabaza Jack O'Lantern y también el juego del Trick or Treat, Truco o Trato. Jack O'Lantern era un espíritu malvado que al igual que los demás, la noche del 31 de octubre vagaba por su ciudad natal yendo de casa en casa pidiendo precisamente truco o trato. La leyenda asegura que lo mejor era elegir trato, costase lo que costase, pues de no pactar con este espíritu, Jack O'Lantern usaría truco, con lo que maldeciría a la casa y a sus habitantes dándoles toda clase de infortunios. Los aldeanos entonces, como protección a esto, tuvieron la idea de poner las velas en el interior de calabazas con formas horrendas, para así evitar encontrarse con dicho espectro.

Actualmente, los niños se disfrazan de zombies o similares y pasean por las calles de sus ciudades llamando de puerta en puerta. Después de llamar, los niños pronuncian la frase Truco o Trato, que consiste en recibir caramelos. Si los adultos se los dan, se interpreta que han aceptado el Trato. Si por el contrario se niegan, los niños tirarán huevos o espuma de afeitar contra la puerta, a modo de Truco.

En nuestro país, cada año son más las ciudades en las que los jóvenes han decidido importar el modo en el que Estados Unidos concibe la noche de Halloween celebrándolo con fiestas de disfraces y similares. ¿El causante de esto? Sin duda el gran despliegue comercial y el auge de la publicidad, así como la influencia del cine estadounidense en nuestra sociedad, ¿quién no recuerda la imagen de los niños norteamericanos correteando por las oscuras calles disfrazados de brujas, fantasmas y demonios, pidiendo dulces y golosinas a los habitantes de un oscuro y tranquilo barrio? Esa imagen ha quedado grabada en nuestra mente casi sin darnos cuenta.