"Lo que está claro es que la inyección de gas está produciendo los terremotos, están provocados por la mano del hombre", sostiene en conversación con Público el vocal del Colegio de Geógrafos español y experto en Riesgos Naturales, Jonathan Gómez Cantero.
Varios técnicos del Ministerio de Industria acudieron ayer a la zona para inspeccionar las instalaciones de Escal UGS, determinar si existe relación con los seísmos y verificar que mantiene un cese temporal de su actividad tras una orden del 26 de septiembre del departamento que dirige José Manuel Soria.
Tras la visita, el Ministerio dijo no poder precisar aún las conclusiones pero este jueves José Manuel Soria, no le ha quedado otra que reconocer que "según el Colegio Nacional de Geólogos y el Instituto Geográfico y Minero, parece que hay una relación directa entre la inyección de gas en el almacenamiento subterráneo [de Castor], que está a 25 kilómetros de la costa, [de Castellón], y los microseísmos que se han producido a lo largo de los últimos 15 días.
En una entrevista con Onda Cero, el ministro de Industria ha explicado que el Gobierno, "cuando se produjo uno de intensidad 3,6 la semana pasada dictó una resolución para parar todo tipo de actividad hasta que se descubra que está pasando".
"El almacenamiento podría estar en el origen de los seísmos" insistió Soria, quien aseguró que "todavía no tenemos una constancia científica y quien puede certificarlo son los expertos" de esas dos instituciones.
Los más de 350 movimientos sísmicos de baja intensidad registrados en alrededor de tres semanas en una zona donde, según los registros, suelen producirse aproximadamente 10 en todo el año, parecen datos suficientes como para testificar que algo “no natural” estaba pasando.