Después de apuntar que no iba a responder a las preguntas de la acusación popular impulsada por la Unión de Consumidores, Fabra empezó a responder a las de la fiscalía anticorrupción. Y lo ha hecho negando la mayor, que jamás se reunió en Madrid con ningún alto cargo del Gobierno de Aznar para favorecer los productos fitosanitarios de Vicente Vilar o las empresas en que ambos y sus ex esposas acabarían siendo socios.
"Nuestra relación era la normal de dos matrimonios, él me invitaba a cenar y yo le invitaba a los toros", declaraba Fabra tras empezar su relato recordando cómo fue su verdulera la que puso en contacto a los dos matrimonios.
Su declaración continuó asegurando que su asistencia a las reuniones fue a título de presidente de la Diputación o del PP para temas "de interés para los castellonenses", aunque reconoce que a alguna acompañó a Vilar "en condición de amigo".
Fabra trató a su vez de acabar con la fiabilidad como testigo de Vicente Vilar, el empresario cuyas denuncias impulsaron la investigación del caso, tildándole de fanfarrón. "Siempre iba por ahí diciendo que daba maletines a todo el mundo, pero yo nunca lo vi. Incluso dijo que nos dio maletines a mi mujer y a mí. Yo nunca le creí".
Pero el momento más embarazoso para el acusado se produjo cuando fue interrogado por los presuntos delitos fiscales. "Cada vez que pedía un préstamo era para pagar otro, y si alguna vez no me los concedían, sacaba el dinero de la 'caja familiar'. Así me apañaba yo, no tenía problemas", declaró. Del mismo modo, sobre sus ingresos no justificados, apuntó "unas veces los hacía yo, otros mi chófer, otros, mi escolta, depende..."
"Es que usted me habla del 99", se quejaba Fabra dubitativo, aunque al instante se crecía asegurando que "su vida sigue siendo la misma".
Dejando a Fabra ligeramente exaltado, la fiscalía se daba por satisfecha de su interrogatorio. Todo apuntaba a que el turno de Fabra había acabado y así lo daba a entender el juez, hasta que el abogado del acusado apuntó que a él no se le había dado turno.
La defensa de Fabra centró su interrogatorio en los movimientos de capital del acusado y diferentes compras y ventas de inmuebles para tratar de tumbar los delitos fiscales.
Del mismo modo condujo a Fabra a apuntar que los ingresos recibidos de Vilar fueron debidos a sus negocios comunes y no fruto de ninguna gestión. "Que me pagara maletines es rotundamente falso. Es con ánimo de perjudicarme porque (cuando violó a su mujer) le apoyamos a ella y no a él", aseguró el ex dirigente conservador, algo que, contra pronóstico, confirmaría el testigo en su interrogatorio.
La Fiscalía Anticorrupción pide en su escrito de acusación 13 años de cárcel para Carlos Fabra Carreras, expresidente de la Diputación de Castellón y preboste del Partido Popular en dicha provincia, así como que se le condene a pagar una multa de 1,98 millones de euros y que indemnice a la Hacienda Pública con otros 692.000 euros.