El arzobispo emérito de Pamplona, Fernando Sebastián Aguilar, de 84 años, fue nombrado nuevo cardenal por el Papa Francisco el pasado día 12, durante el rezo del Angelus en la Plaza de San Pedro en Roma.
El nuevo cardenal ha hecho unas declaraciones un tanto homofóbicas antes de su viaje a Roma para su nombramiento. Cuando le fue preguntado sobre la homosexualidad indicó que "es una manera deficiente de manifestar la sexualidad, porque ésta tiene una estructura y un fin, que es el de la procreación" y que "una homosexualidad que no puede alcanzar este fin está fallando. Eso no es un ultraje para nadie. En nuestro cuerpo tenemos muchas deficiencias".
Y hace comparación con la hipertensión que padece aludiendo a que él no se enfada cuando se lo dicen, si no que lo entiende como "una deficiencia que tengo que corregir como pueda".
"El señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado", por lo que "no es ofensa, es estima" porque cuando "una persona tiene un defecto, el buen amigo es el que se lo dice".
Concluyendo, toda persona que se sienta atraída por otra persona de su mismo sexo padece de “homosexualidad”, por lo que todo aquello que no es algo natural es incierto, una deficiencia de nuestro cuerpo, la cual según nuestro nuevo cardenal tiene remedio.
Esperemos que se hayan modernizado, por lo menos en cuanto a “tratamientos” se refiere, y no sigan utilizando el electroshock.