Ante unas elecciones tachadas como “las más sucias” desde el final de la Unión Soviética, los votantes tendrán que optar por una de las candidaturas de los 7 partidos que participan. Entre los cuales se perfila como favorita para la victoria, Rusia Unida, la propuesta del actual presidente Dmitri Medvédev.
Las seis restantes fuerzas políticas tienen en juego aumentar sus grupos parlamentarios ó bien entrar a formar parte de la Duma.
Estos comicios están siendo tachados por miembros de la segunda fuerza política rusa, el PCR, de tener bastantes irregularidades y además llamó a hacer frente a los métodos electorales sucios empleados por el partido de Medvédev, a los que acusa de haber hecho una campaña electoral dudosa. Según el líder comunista, Guennadi Ziugánov, "No se puede dejar a los ladrones y sinvergüenzas que roben nuestros votos".
Sin embargo después de todo estos problemas las elecciones se están celebrando con absoluta normalidad en la mayoría de los colegios electorales rusos, salvando un colegio donde uno de los votantes ha intentado meter en la urna más de una papeleta.