En 2013, las familias en concurso bajaron un 25,6%, hasta un total de 726, pero las empresas que pusieron en marcha este procedimiento crecieron un 10,4%, hasta 8.934, empujando al alza la cifra total de deudores concursados en el año. Ambos datos son mejores que los registrados en los dos ejercicios anteriores.
Este indicador económico ha marcado un nuevo máximo desde la entrada en vigor de la Ley Concursal en 2004 y desde 2008 un total de 41.051 familias y empresas se han declarado en suspensión de pagos.
Este repunte anual en el número de deudores concursados es inferior a los experimentados en 2012 y 2011, años en los que los concursos aumentaron un 32% y un 15%, y se queda lejos del crecimiento de tres dígitos registrado en 2009.