El Tenerife no se vio superado por las circunstancias y encaró el partido con valentía, jugando como sabe. Pero ha perdido mucho con la baja de Sekulic, nada más y nada menos que al más valorado de la Liga. Compitió en el primer cuarto (22-16) con los puntos de Uriz y el aliento de la grada. El Barça no tenía mucho acierto.
Cuando lo encontró, con triples consecutivos de Abrines, Oleson y Marcelinho, la historia fue terminando. Va funcionando mejor el equipo de Pascual, aunque no era un partido para sacar conclusiones concluyentes al respecto. La diferencia se había disparado hasta los 20 puntos (54-34). Todos los azulgranas que jugaron habían anotado, salvo Sada.
La segunda parte se jugó a beneficio del inventario de esta Copa. No hubo partido y las gradas se fueron despoblando paulatinamente. Fue un encuentro soñado por Xavi Pascual porque su equipo ganó sin apenas esfuerzo y le permitió reservar jugadores para la batalla de semifinales. Jugaron Pullen y Todorovic. El Tenerife se limitó a disfrutar, que no es poco. La ocasión lo merecía 27 años después y el Barça firmó un récord.