Dong Nguyen, quien creó el juego en tan sólo dos o tres días, estaba ganando hasta US$50.000 al día por ingresos de publicidad del juego.
En varios mensajes de Twitter, negó que la retirada del juego tuviera que ver con problemas legales y añadió que podría hacer una secuela.
Dong, quien se describe como un "fabricante de juegos apasionado", dijo también en el sitio de microblogging que no va a vender Flappy Bird y que creará más juegos.
Pero eso fue todo lo que se supo. Según informes de prensa, el joven apagó su teléfono, dejó plantada a una agencia de noticias a la que le había concedido una entrevista y dejó de tuitear.
En opinión del especialista de tecnología de la BBC, Rory-Cellan Jones, tal vez la principal lección que debemos aprender de Flappy Bird es que "hemos visto el nacimiento de un genio del mercadeo".
"Al matar a la gallina de oro tan rápidamente, Dong Nguyen ha asegurado que una gran audiencia esté esperando con anticipación y sin aliento su próximo juego. Y si eso no funciona, siempre puede permitir que Flappy Bird vuele otra vez", añadió.
"Game over"
Flappy Bird ha sido descargado más de 50 millones de veces, lo que lo convierte, hasta ahora, en el juego para móviles más popular de este año.
Lanzado en mayo de 2013, el juego se podía descargar gratis y consistía en que los jugadores tocaran la pantalla continuamente para mantener el pájaro en vuelo y a pesar de sus simples gráficos, Flappy Bird suponía un juego bastante difícil, en el que muchos usuarios sólo podían mantener el pájaro en el aire durante unos segundos antes de que golpeara un obstáculo y cayera.
El juego se volvió viral después de ser promovido casi en su totalidad por los usuarios de medios sociales y ser comentado en un canal de YouTube por más de 22 millones de suscriptores.
Amenazado de muerte
La semana pasada, Nguyen contó a The Verge que su juego simplón -en el que los jugadores, en una mecánica calcada a tantos otros, tocan la pantalla para mantener al pájaro volando sin que se estrelle contra las tuberías- estaba generando 50.000 dólares al día con la publicidad 'in-app', gracias a su muy extendida popularidad.
Las acusaciones de plagio llegaron desde varios frentes, pero quizá una de las más sonadas fue la del blog Kotaku, que señalaba directamente las sospechosas similitudes entre Flappy Bird y ciertos gráficos reconocibles del clásico Super Mario Bros. de Nintendo.
Tras alzarse multitud de voces contra el producto, Nguyen explicó en su Twitter cómo se sentía: "Puedo decir que Flappy Bird es un éxito mío. Pero también arruina mi vida sencilla. Así que ahora lo odio".
También en Twitter el responsable del juego dejó otra declaración un tiempo después: "Lo siento, usuarios de Flappy Bird, en 22 horas retiro Flappy Bird. No puedo seguir aguantando esto".
Fue esa declaración, junto a la consecuente retiración de la aplicación (ya no se puede descargar, aunque todavía funciona si la habías descargado), lo que ha provocado quizá la parte más alarmante de toda la historia, pues fans se volvieron contra Nguyen y enviaron amenazas de muerte y suicidio desde la misma red social.