Esta tarde los dirigentes europeos tienen convocada una reunión en Bruselas para poder llevar a cabo una serie de resoluciones para acabar con la crisis económica que asola a Europa. No será fácil llegar a una conclusión unánime ya que las discrepancias entre unos líderes y otros son notables. En primer lugar, la propuesta de mejorar la disciplina fiscal a través de la vía rápida ya se ha encontrado con el rechazo de Alemania. Ésta, junto con París, defiende una reforma profunda de la disciplina fiscal y defiende que el euro tenga un presidente permanente.
El encuentro de esta tarde se realizará a puerta cerrada y no cabe duda de que el tema central de la reunión será la salvación del euro. La reunión comenzará con el discurso del presidente francés Sarkozy y terminará con el de la canciller alemana Merkel y el ex primer ministro belga Wilfried Martens.
Por otro lado, EE.UU se encuentra muy pendiente de este encuentro ya que asegura que es de gran importancia para los Estados Unidos que Europa salga adelante.
Parece que toda Europa se choca contra la gran barrera alemana que, de todas las propuestas, únicamente acepta la de el endurecimiento de las sanciones y cambios en los presupuestos nacionales. El gobierno de Berlín se mostró la semana pasada todavía más pesimista, dando a entender que sería casi imposible llegar a un acuerdo en esta cita.
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