Antes del encuentro, Simeone sorprendía en la alineación reservando a Koke, Arda Turan y Miranda -los dos últimos apercibidos de sanción- tras la batalla de Milan y pensando en el próximo compromiso liguero frente al Real Madrid (domingo 17:00).
Adrián, Villa y Diego tenían la oportunidad de sembrar dudas al técnico argentino para las grandes citas de la temporada pero ninguno no lo hizo y la pesadilla rojiblanca comenzó muy pronto ya que a los seis minutos de juego, Cejudo adelantaba a los navarros tras una gran jugada de estrategia que dejó libre de marca al extremo de Osasuna.
El asedio rojillo no cesó en un inicio espectacular -lograron cinco saques de esquina en diez minutos- y a los veinte minutos Armenteros anotaba el 2-0 con un lanzamiento desde fuera del área, que se coló por la escuadra de la portería de Courtois, tras una pérdida de Juanfran.
En la recta final de la primera mitad, otro fallo de la defensa atlética -la menos goleada de la liga- provocaba la sentencia al choque en el minuto 42 con el remate de cabeza de Roberto Torres.
Tras la reanudación, el equipo de Simeone intentó lavar la imagen -desconocida hasta el momento- dada en el primer tiempo pero con pocas ganas y sin claridad en ataque solo la lucha de Diego Costa y el siempre voluntarioso Raúl García -sustituto de un desaparecido Villa-se salvaron en el peor partido de la era Simeone.
Por su parte, Osasuna se limitó a defender el excelente resultado cosechado y apoyado por una afición que se volcó con el juego y la intensidad de su equipo, consiguió una importante victoria que le aleja a siete puntos de los puestos del descenso.