El decreto aprobado por la Cámara Baja italiana propone recortes de mas de 30.000 millones de euros y que además recoge el impuesto de propiedad, que fue anulado en 2008.
En cuanto a políticas sociales se contempla el aumento de la edad de jubilación, instaurar impuestos para los bienes de lujo y un descuento a las familias con hijos en el caso del impuesto de propiedad.
Esta propuesta se suma a otros dos planes de austeridad aprobados anteriormente por el gobierno de Berlusconi.
El ejecutivo de Monti ha contado con el apoyo de los partidos Pueblo de Libertad, Partido Democrático y la coalición de centroderecha Tercer Polo, mientras que la Liga Norte e Italia de los Valores votaron en contra de dicho decreto.
"El paquete afecta sobre todo a los jubilados y no ataca a los grandes capitales financieros", denunció el ex juez Antonio di Pietro, fundador de Italia de los Valores.
La medida pasa ahora al Senado, donde se espera que sea aprobada antes de Navidad, probablemente mediante otro voto de confianza al igual que en la Cámara de Diputados.