El candidato del PP a las elecciones europeas, Miguel Arias Cañete, dijo el pasado viernes - un día después del cara a cara que mantuvo en TVE con la candidata socialista, Elena Valenciano- que un debate político entre un hombre y una mujer es "muy complicado" porque si el hombre demuestra "superioridad intelectual o la que sea" da una impresión "machista" ante una "mujer indefensa".
A pesar de la avalancha de críticas que recibió, el candidato conservador se mantuvo en sus trece y no se retractó de nada. Hasta este miércoles, que pidió perdón por si sus comentarios "ofendieron a alguien".
"No es cuestión de perdones, es cuestión de que si una persona se expresa como lo ha hecho Cañete, significa que llevamos un candidato machista a Europa", sentencia la presidenta de la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas, Ana María Pérez del Campo.
"Los políticos tienen que defender los derechos humanos y la dignidad de las mujeres y Cañete ha tirado todo eso por los suelos".
Rafaela Pastor, presidenta de la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres, coincide con el diagnóstico y añade que las declaraciones de Cañete "menosprecian a más de la mitad de la población" y son la prueba de que no vivimos en una "democracia real". Además, lamenta que "el Congreso y las leyes blinden el machismo, el sexismo y el abuso de poder".
Para luchar contra estos ataques, tanto la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas como la Plataforma Andaluza de Apoyo al Lobby Europeo de Mujeres pedirán la dimisión del candidato popular.
A pesar de que Mariano Rajoy ya avisó de que Cañete es "el mejor candidato", Pérez del Campo reclama que el presidente del Gobierno "comparta responsabilidades" y "busque a otro que no tenga el carné de machista".