Se trata de una caja plegable con una ventana plastificada en los dos laterales, con un coste de poco más de dos euros la unidad, que sustituiría a la tradicional urna de plástico, de un precio superior. De instalarse unas 6.000 unidades, la Generalitat eludiría la convocatoria de un concurso público para su adjudicación.
También ha elegido el modelo de papeleta, con la pregunta en catalán y en castellano en cursiva por debajo, que recoge la pregunta doble que el Govern y los partidos favorables a la consulta acordaron en diciembre.
La vicepresidenta del Govern, Joana Ortega, remitió cartas a los 947 ayuntamientos catalanes para pedir la colaboración en la consulta, de los que han respondido 411, y en los que han rechazado la propuesta el Ejecutivo catalán trabaja para situar los puntos de votación en edificios de la Generalitat.
Según el rotativo, la Generalitat prevé aprobar el martes la creación del registro de catalanes en el exterior para facilitar el voto, y el Parlament la ley de consultas no refrendarias en septiembre.
En un artículo en el mismo rotativo bajo el título 'Todo estará listo', la vicepresidenta asegura que las instituciones catalanas cumplirán la ley y que organizar un proceso de estas características requiere una compleja organización, por lo que el Govern lleva trabajando "discretamente" meses y que estará a punto para el 9 de noviembre.