"Acogemos con agrado los esfuerzos del Gobierno y sus departamentos competentes. China y España tienen una tradición de amistad y apoyan las preocupaciones del otro", dijo la portavoz del ministerio chino de Asuntos Exteriores Hua Chunying.
Los magistrados españoles decidieron ayer lunes archivar la causa del Tíbet, así como el proceso relacionado con la persecución a los seguidores del grupo religioso Falun Gong por considerar que no se ajustan a la reforma de la justicia universal aprobada en España en marzo.
"Estamos dispuestos a trabajar con España para avanzar hacia una asociación estratégica y completa", agregó la portavoz, quien en febrero calificó de "decisión errónea" la orden internacional de busca y captura que emitió el juez de la Audiencia Nacional española Ismael Moreno contra cinco exlíderes chinos, entre ellos el expresidente Jiang Zemin. La portavoz aseguró entonces que "confiaba en la sabiduría y la habilidad" del Gobierno español para tratar asuntos como éste y afirmó que Pekín y Madrid mantenían "un estrecho contacto".