La activista de 30 años, periodista audiovisual, estudiante y desempleada con dos carreras y tres idiomas llegó a la audición sobre el informe en preparación "Medidas de austeridad-Un peligro para la democracia y los derechos sociales".
Intervino ante más de cincuenta legisladores de la Asamblea Parlamentaria afirmando que tiene que vivir con la ayuda de sus padres. Contó como en España se ha pasado de ser mileurista a tener que dar las gracias por trabajar. Además comentó que se le ha negado la renta mínima de inserción y la ayuda para hacer prácticas fuera de España, recordando a los 5.000 periodistas que perdieron su empleo el pasado 2011 y asegurando que vive "en el país con más corrupción política y fraude fiscal de Europa".
Criticó la subida de impuestos, la reforma laboral del nuevo Gobierno, el juicio a Baltasar Garzón, la construcción del aeropuerto de Castellón, los recortes en Sanidad y Educación y los numerosos desahucios que están llevando a cabo los bancos.
Mayorga aclaró que los "indignados" luchan por el fin del sueldo vitalicio de los políticos, implantar el impuesto de Patrimonio y de rentas altas, reducir el gasto militar y revisar la financiación a la Iglesia.
El discurso de la representante del 15-M concluyó con el lema: "siguen sin escucharnos, no nos representan", además de los elogios del legislador socialdemócrata finlandés Jouko Skinnari a Mayorga y del austriaco del mismo grupo Stefan Schennach que afirmó que "estamos robando el futuro a los jóvenes y su confianza en la democracia".