Ambos contaban con 79 años de edad. Álvarez murió el domingo en el Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda en Madrid, dónde se encontraba ingresado tras sufrir una crisis respiratoria en la madrugada del pasado miércoles, el día que murió Botín.
Isidoro Álvarez murió a causa de una “crisis cardíaca inesperada” tras mejorar de su dolencia en los últimos días, según informó la empresa. Respetado por sus amigos y temido por sus enemigos, Isidoro Álvarez apenas tenía 18 años cuando de la mano de su tío Ramón Areces, entró a trabajar en El Corte Inglés, una empresa familiar en la que comenzó desde abajo y en la que llegó a lo más alto en base a dos de su principales facetas personales: el tesón y la intuición comercial que lo llevaron a convertirse en el líder de la distribución española.
Observador y metódico, entró a trabajar en El Corte Inglés, una empresa familiar, en tiempos de penuria económica que trataba de emular el negocio del gran almacén que ya había lanzado con éxito su gran rival nacional Galerías Preciados y vaya si lo consiguió.