Según un comunicado conjunto, las delegaciones de la formación política y del sindicato se han constatado sus coincidencias en muchos aspectos de lo que debe suponer esta reforma que inició su trámite parlamentario la pasada semana.
Ambas organizaciones reclaman una reforma "alternativa y radicalmente diferente" a la presentada por el Gobierno, y que se base en los principios de suficiencia, progresividad, equidad, justicia y legitimación social.
Tanto IU como CCOO critican que la medida del Ejecutivo no pone solución al diferencial de hasta 8 puntos del PIB entre el actual sistema tributario español respecto de lo que consiguen recaudar los países de la Eurozona.
Y es que según sus cálculos, el Estado dejará de recaudar unos 12.000 millones de euros en 3 años con la actual reforma fiscal, y advierten de que ésta "no permite garantizar los ingresos necesarios que el Estado precisa para mantener los servicios públicos de calidad (sanidad, educación, dependencia, etc.) que necesitan las personas, así como las políticas económicas y sociales de reactivación del empleo que necesitamos para salir de la crisis".