El balear se estrenó en unos de sus escenarios favoritos sin mostrar demasiadas dudas, con un tenis que fue de menos a más, para firmar un debut sin sustos y positivo para su confianza de cara a llegar lo más lejos posible en una cita que ha dominado con mano de hierro, salvo su desliz en 2009.
El joven Halys, de 18 años y con buenos números en categoría junior, no pudo hacer más que intentar alargar lo máximo el partido, pero nunca fue una amenaza real, yendo siempre a remolque del exnúmero uno del mundo, pese al apoyo de la Philippe Chartrier y su duro 'drive', con el que quiso ser excesivamente agresivo.
Al final, antes de las dos horas, el jugador manacorí finiquitaba el primer partido en la capital francesa y espera ya un rival de más nivel para el segundo, que saldrá del ganador del Nicolás Almagro-Alexandr Dolgopolov. Nadal estuvo sólido en la Central y sólo ofreció irregularidad en la primera manga, donde cometió más errores no forzados de los habituales, ocho, pero a partir de ahí, se asentó y ya no dio concesiones a su voluntarioso rival. Pese a todo, el nueve veces ganador del torneo francés encarriló pronto el primer parcial.