Cuando Christian McPhilamy, de solo 6 añitos, vio una anuncio del St. Jude Children’s Hospital decidió comenzar a dejar que su pelo creciera.
El motivo no fue otro que dejárselo crecer para después cortárselo y poder donárselo a los niños con cáncer.
Tras dos años y lograr una melena de 30 cm ha decidido cortarlo y donarlo a una fundación que apoya a más de 300 niños.
Un precioso gesto por su parte, aunque en este tiempo sufrió de bullying por parte de otros niños, y hasta adultos le ofrecían dinero porque se lo cortara…pero él siguió con su promesa haciendo oídos sordos.