La autorización del Gobierno a la petrolera española Repsol para realizar prospecciones a 61 kilómetros de las costas de Lanzarote y Fuerteventura fue dada ayer en el Consejo de Ministros. Según el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, España no puede permitirse el lujo de no buscar petróleo para reducir una dependencia de 1 millón de barriles diarios que España compra cada día a los países del Golfo Pérsico.
En el caso de encontrarse crudo en las aguas canarias y según estudios de hace 10 años, podría haber una cantidad de petróleo que sería, como mínimo, de unos 100.000 barriles al día. Esto representa el 10% del consumo diario de nuestro país.
Tanto el Gobierno canario como los habitantes de las islas consideran que estas prospecciones pueden hacer un daño “irreparable” a la fauna y flora canaria, así como la posible disminución del turismo que pueden suponer.
Repsol seguirá el procedimiento comenzará a realizar un exhaustivo estudio medioambiental, en el que , cualquier particular, organización, asociación o partido político puede presentar las alegaciones que estime oportuno. La petrolera subraya que «en los más de 30 países en los que tiene actividades de exploración y producción, la compañía aplica los estándares medioambientales más estrictos».
El petróleo se encontraría a más de 3.000 metros de profundidad y el proceso exploratorio tardará cerca de dos años. Por lo tanto, el yacimiento no entraría en producción comercial hasta dentro de unos ocho años. A partir de entonces, se crearían unos 5.000 puestos de trabajo en una zona que tiene una tasa de paro del 31%, nueve puntos por encima de la media nacional.