El inmueble se situaba en el número 1 de la calle Isla de Mindanao y tras un gran despliegue policial su desalojo se produjo sin incidencias.
El antiguo cuartel es ahora de propiedad privada, por lo que se había solicitado la orden judicial de expulsar a los “okupas”.
El grupo que vivía en el edificio desde hace quince años estaba compuesto por 25 personas, muchos de ellos niños.
Por esa razón, habían solicitado una moratoria de desalojo hasta junio para que los menores pudiesen finalizar el presente curso escolar.
Está por decidir donde se ubicará a las familias, pero el representante de la Federación de Asociaciones Gitanas de Madrid, Mariano González, no descarta que se instalen en tiendas de campaña en un descampado cercano.