Desde la década de los noventa España había registrado sus mejores años en el incremento de la población debido a la llegada de inmigrantes que querían integrarse en una economía boyante basada en la construcción. Sin embargo, el avance de los resultados del padrón municipal difundido por el Instituto Nacional de Estadística (INE) este jueves han cambiado esa constante, pues la población española creció el pasado año tan solo un 0,04%. Según estos datos, la población española ascendía a 47.212.990 habitantes el 1 de enero de 2012, sumando 22.497 personas.
Desde el año 2002 la población en España ha ido aumentando de forma muy leve variando entre el uno y el dos por ciento. Sin embargo, el año 2009 registraba el peor resultado de la historia cuando el número de empadronados crecía menos de un punto, con un incremento de un 0,5%. Un año después este resultado fue peor, ya que el crecimiento no llegó al 0,3%, y el año 2011 ha demostrado que esta situación va empeorando al crecer menos de una décima.
El número de extranjeros, que ha sido un factor determinante en el crecimiento de la población, ha descendido por primera vez un 0,7%, lo que supone 40.447 personas menos y la cifra total de 5.711.040 inmigrantes en España. En la actualidad, estos representan un 12,1% de la población total española, que en 2011 registró un aumento de los ciudadanos de la UE (45.494 personas más) y un descenso de los países no comunitarios (85.941 personas).
Por comunidades autónomas, son cinco las que han sufrido el mayor descenso: Galicia (-16.509), Castilla y León (-15.050), Canarias (-11.720), Principado de Asturias (-4.397) y Extremadura (-2.662).
También los datos del INE recogen el envejecimiento de la población española con resultados poco alentadores, ya que un 15,8% de españoles tienen menos de 16 años, mientras que un 43% tiene una edad superior a los 45 años.