En varios libros y en decenas de artículos me he dedicado a criticar la visión mayoritaria actual, del mundo que nos rodea y a nosotros mismos dentro de él, contemplada y explicada desde el punto de vista de las religiones e ideologías. Eso ya no es posible.
Fue un parche con el que los seres humanos del pasado –por no disponer de un criterio técnico y científico- explicaban el mundo en el que estaban insertos y que además, les resultaba tremendamente hostil. Ahora defiendo que ya disponemos de conocimientos técnicos, de los que se explican en las mejores universidades del planeta, tales como la Sociología, el Derecho, la Política técnica, la Psicología, o la propia Biología, que nos dan una visión técnica y racional de lo que está pasando.
Es hora de que se comience a aplicar la ciencia de la Psico-Biología para que podamos explicar con conceptos claros, técnicos, científicos, y por ello, susceptibles de error –por fortuna porque eso significa que vamos a estudiar más y saber en el futuro explicarlo aún mucho mejor- los procesos sociales, la conducta individual y la toma de decisiones de los grupos sociales con las enormes implicaciones que ello conlleva. Esta ciencia nos dice que lo primero que siempre busca un animal -nosotros lo somos- es la Seguridad, lo segundo Comida y Bebida, y lo tercero, Afectos…
Lo tenemos muy fácil cuando estudiamos y luego explicamos un volcán o un terremoto. Hablamos de las fuerzas que intervienen y calculando las mismas podemos predecir más o menos cómo se comportará y porqué. En el caso de los humanos hablamos de religiones o ideologías, de éticas, le pedimos que se plegue la conducta a las ideas pre-concebidas –pre-concebidas única y exclusivamente por quién cree en ellas y piensa que son la verdad de la vida- y no analizamos la realidad para comprobar cuantas y cuáles fuerzas de las que motivan a los seres humanos intervienen, y cómo se comportarán. Si así lo hiciéramos sabríamos explicar qué está pasando y porqué. Partiendo primero de un conocimiento incontrovertible, siento citarme a mí mismo, pero en mi primer libro, Luz de Vela, dejaba muy claro- y muchos lectores me han preguntado acerca de ello- que “La vida es Sentida, no es Razonada”. Esto quiere decir que nos movemos por emociones y sentimientos, y no por razonamientos, lo que hacemos después con el razonamiento –cada uno con el suyo, por eso está en función a la educación, la formación, la experiencia, los dogmas o teorías que se sigan- es tratar de moderar nuestro sentimiento, o despreciarlo o rechazarlo por inviable o peligroso. O porque no será aceptado en esa sociedad del momento. Digo lo anterior porque todos los analistas dicen “La gente no razona”. El problema es que en ese caso cada uno razona a su manera, lo que hacemos todos es “Sentir” y en función a ese sentimiento, así votamos.
Ahora ya vamos a aplicar estos conocimientos para analizar la situación actual. De ese análisis deviene el título del artículo. Muchos son los sorprendidos por la elección de Trump, así como de otros hechos que analizaremos. Si aplicamos los conocimientos que nos proporciona la Psico-Biología sabremos que quizá no podría suceder otra cosa, y con ella podremos analizar otros hechos y acontecimientos.
Y, así, si lo primero que busca cualquier ser humano es su Seguridad, hemos de darnos cuenta que la globalización ha generado mucha inseguridad a muchas personas y a determinados colectivos. Es posible que sea criticado por lo siguiente, y desde luego no pretendo defender la esclavitud en los propios EEUU, pero aunque solo fuese porque el esclavo valía dinero, su dueño llamaría al médico y lo curaría. Hoy, en las sociedades democráticas actuales, con todos los derechos teóricos, sí, pero un ciudadano que no tenga trabajo, haya agotado sus prestaciones por desempleo y no esté inserto en una familia, puede morir en una cuneta sin que nadie le haga el más mínimo caso. O solo ser ayudado por “Caridad” por una ONG caritativa. Pero esa persona no sentirá dignidad personal alguna porque solo vale para que le regalen esa comida.
La Filosofía de la Globalización –que defiendo yo mismo a pies juntillas- hay que reconocer que ha generado muchísima frustración en colectivos concretos y muy numerosos. Los intelectuales primero, y los políticos detrás hablan de ayudar a los refugiados, de proteger a mujeres y niños, de los derechos de los homosexuales y otras minorías, ¿Y los hombres del Titánic qué? Solo les queda la fría muerte en las aguas del océano. ¿Y los trabajadores manuales con escasa formación de occidente, tanto hombres como mujeres? ¿Les decimos que vamos a encargar sus trabajos a los chinos porque lo hacen más barato? ¿Y qué hacemos con ellos? Claro está se sienten tremendamente desprotegidos. Y saben que no van a disponer de agua y comida, ¿Y los afectos?.
Pues estas personas creen, sienten, aunque estén tremendamente engañados, que en este caso Trump en USA, en España un tal Podemos, en Inglaterra el Bréxit, en Hungría Orbán, en Francia Le Pen… Creen que se lo van a dar…
Esos votantes lo que quieren pensar –y quizá solo les queda esa esperanza aunque ellos mismos la vean vana- es que esos que prometen seguridad, trabajo –que conlleva comida bebida y afectos- y un nuevo futuro, en este caso Trump, es que quizá pueden dárselo. Más aún, si se les llama anti-sistema, o se comportan como tales, es porque lo que sí tienen clarísimo es que ese sistema les ha dejado de lado. Y quieren creer que puede que otro diferente sí se lo proporcione.
Como vamos a continuar en esta línea, en próximos artículos analizaremos pormenorizadamente como funciona nuestra cabeza, la de todos los humanos, y porqué adoptamos unas u otras decisiones. Y reconocer que podríamos prever que pasaría, y más aún... Cómo terminará.