Ya llevamos varias sesiones con las partes, sabemos lo que quieren, y como. Hemos comprobado que actúan al margen de sus representados. Esto es así porque los intereses de las élites –en este caso- y los ciudadanos a los que representan, son contrapuestos. Lo que vamos a hacer es informar a los votantes en general para que conozcan que se está cociendo, y como lo cocinan sus representantes.
Si nos dirigimos a los ciudadanos españoles debemos preguntarles que grado de importancia tiene para ellos. Unos nos dirán que familiar -media familia vive en Cataluña y la otra mitad en el resto del estado, es el caso del que les escribe-. Otros nos dirán que sentimental, siempre han visto a España así, y de esa forma la quieren. Otros que económico, social, por imagen, por fuerza exterior, deportiva… Todo lo anterior les llevará a preferir que España englobe a Cataluña y no haya separación alguna. Otros –bien es cierto que los menos- nos dirán… ¡Que les den la independencia ya! ¡Que nos dejen en paz…! Porque estos ciudadanos lo que están es hartos de que les bombardeen cada día con este tema, que además, solo les produce congoja o angustia.
Lo que puede que también constatemos es que a muchos no les afecta en demasía, ellos quieren vivir su vida, la de su familia. Otros se centrarán en su desempleo, o hacer bien su trabajo y conservarlo. Vamos, que a muchos se la trae “Al pairo”.
Una cosa clara comprobaremos, no están dispuestos a gastar muchas energías en este asunto, porque en realidad o no les afecta en absoluto, o su percepción subjetiva es que no les importa lo más mínimo. Muchos nos dirán claramente que este es un conflicto entre políticos para ganarse sus cuartos, o en el mejor de los casos para tener entretenida a la audiencia, porque a los ciudadanos en general… este tema les importa poco.
También debemos dirigirnos a los ciudadanos de Cataluña, o a aquellos que si les afecta directamente las decisiones de los políticos catalanes. A estos debemos preguntarles igualmente, ¿qué piensan de todo este tema?
No cabe duda que muchos se implicarán emocionalmente, es un sentimiento que casi siempre han tenido –o que les han creado recientemente a través del adoctrinamiento en las escuelas pro-Cataluña- el de ser una Nació independiente y vivir de cara al mundo exterior como auténticos catalanes y no como una dominación española.
Respecto a temas familiares, puede que les duela la separación, porque pocas serán las familias catalanas que no tengan algún miembro en el resto del estado español. Pero tampoco le darán mucha importancia porque es como estar en Francia o Suiza.
En cuanto a los demás temas sí que encontraremos diversidad de opiniones, unos nos dirán que deportivamente prefieren ver una selección de deportistas “Catalanes” –hago el entrecomillado porque ellos dirán que Iniesta, o Xavi Hernández son catalanes, luego veremos los que se declaran como tales-. Otros por el contrario aceptarán la tesis de que ya no podremos ganar campeonatos del mundo de baloncesto, balonmano o futbol, sin la unión de todo el estado. Respecto a las económicas o sociales, muchos catalanes pensarán que es bueno, porque se tendrán que ir muchos “españoles” y quedará más espacio de todo tipo para ellos, para los buenos catalanes. En todo caso estamos hablando del público general, al nivel de trabajador o consumidores, no estamos hablando con profesionales especializados, y menos con directivos de todo tipo. Estos tienen otros intereses a veces contrapuestos a los de los ciudadanos de a pié.
Nosotros, al hablar con ellos, sí debemos tener en cuenta que ellos viven el conflicto desde dentro. Mucha de la propaganda –que nosotros y los políticos catalanes sabemos que es propaganda- la tomarán como argumentos o incluso racionamientos para desear la independencia. No podemos pedir a personas normales de la calle que se sienten a reflexionar como si de auténticos especialistas en la materia se tratase. Ellos tienen su opinión y punto. Lo más lógico es que su opinión sea de andar por casa, bastante superficial y muy al uso de ciertas frases hechas.
Seremos nosotros, al actuar como mediadores, los que debemos llamarles a la reflexión y hacerles profundizar, al máximo nivel posible, con argumentos que ellos sí puedan manejar…
Lo haremos en las próximas sesiones dentro de la mediación.