El Real Madrid pasó por encima del Real Club Celta de Vigo en la última jornada liguera. Venció por un contundente resultado de 6-0, demostrando el potencial goleador del equipo, a pesar de contar con la ausencia de su máximo goleador, Cristiano Ronaldo.
Dos zarpazos de Gareth Bale y una obra magistral de Isco Alarcón sentenciaron el encuentro en la primera mitad. El segundo periodo fue mucho más tedioso, con un Celta inoperante en ataque y un Real Madrid a medio gas que fue aumentando la renta hasta el 6-0 final. Achraf, Sergi Gómez en propia puerta y el alemán Toni Kroos completaron la lista de goleadores.
Al Real Madrid le restan dos partidos para acabar la temporada. En liga acabará frente al Villarreal en el Estadio de La Cerámica, en un encuentro intrascendente para ambos, ya clasificados para Europa, pero que si servirá como última piedra de toque para el conjunto de Zinedine Zidane, antes de viajar a Kiev para medirse al Liverpool en la final de la Champions League.
Los de Javier Calleja por su parte, afrontan el partido como una fiesta para todos, después de lograr en Riazor la clasificación matemática para la Uefa Europa League. El equipo espera regalar una última victoria en su feudo ante un gran rival y despedir así de manera satisfactoria una buena temporada, en la que el técnico madrileño, que comenzó la temporada en el filial amarillo, ha sabido adaptarse a la categoría y al fútbol profesional de manera brillante.
El conjunto blanco por su parte reservará a gran parte de sus efectivos, con bastantes cambios en el once inicial respecto al que se midiera al Celta la semana pasada. Quien sí puede ser de la partida es Karim Benzema, que no está teniendo una buena temporada en cuanto a cifras anotadores, pero que si ha batido sus mejores registros como asistente en liga.
Para llegar a la final de Kiev, el Real Madrid ha tenido que vencer a grandes rivales en su camino, aunque siempre ha contado con algo de suerte, de ahí que haya vuelto a aparecer la frase que lleva ya tiempo acompañando al técnico galo: “La flor de Zidane”. En octavos de final venció a un Paris Saint Germain sin su máxima estrella, Neymar, que se lesionó semanas antes del duelo.
En cuartos de final, ante la Juventus de Turín, la expulsión de Dybala en la ida marcó toda la eliminatoria, y en la vuelta, un penalti en el último minuto a favor del Real Madrid que transformó Cristiano Ronaldo decantó la eliminatoria del lado blanco. Y por si fuera poco, en semifinales se enfrentó a un Bayern de Munich con muchas bajas, no sólo antes de las semifinales, sino durante la eliminatoria.
Para la final de Kiev, la victoria del Real Madrid es una de las apuestas favoritas de los mercados de fútbol, aunque para ello tendrán que frenar el tridente ofensivo del Liverpool, con Sadio Mané, Firmino y Mohamed Salah en un gran estado de forma.
La final se disputará el próximo 26 de mayo y será la única forma de que el Real Madrid acabe la temporada con un título importante, tras la supercopa de Europa y de España que consiguiera en verano frente a Manchester United y FC Barcelona respectivamente.
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