Es un fondo único que Marisa Mediavilla comenzó a crear en los años setenta, con el objetivo de que "las mujeres no llegaran a los 30 años sin saber quién fue Clara Campoamor, como me sucedió a mí". Para la bibliotecaria jubilada, el fondo "es testimonio del patriarcado, que nos señala el pasado para no olvidarlo y que no se vuelva a repetir".
Irene Montero ha señalado el compromiso del Ministerio de Igualdad con encontrar una solución definitiva para la colección, archivada desde 2011 en el Museo del Traje, de la que ha puesto en valor su importancia para la memoria democrática de las mujeres, que deberá protegerse especialmente conforme se prevé en el anteproyecto de Ley de Memoria presentado por el Gobierno.
Por su parte, Beatriz Gimeno ha indicado la necesidad de recoger la memoria del movimiento feminista en un archivo documental que evite la pérdida del material que muchas activistas atesoran en sus domicilios y que está en riesgo de perderse; para lo cual ha anunciado que el Instituto va a iniciar un archivo y catalogación preliminar en colaboración con EUFEM, Plataforma Universitaria de Estudios Feministas y de Género.