El fenómeno del rentismo inmobiliario se ha convertido en un obstáculo significativo para la creación de empleo en el país. Según un análisis reciente, este modelo económico podría estar impidiendo la generación de hasta 410.000 puestos de trabajo.
Expertos han señalado que el predominio de la inversión en bienes raíces, en lugar de fomentar sectores productivos, limita las oportunidades laborales. Este enfoque no solo afecta a los trabajadores, sino que también repercute negativamente en el crecimiento económico general.
Consecuencias del rentismo
La dependencia del sector inmobiliario ha llevado a una concentración de recursos que, en lugar de ser utilizados para innovar y diversificar la economía, se destinan a la especulación. Esto crea un entorno donde las empresas emergentes y los nuevos proyectos enfrentan serias dificultades para acceder al financiamiento necesario.
Además, el aumento constante de los precios de la vivienda ha generado una crisis habitacional que impacta directamente en la calidad de vida de los ciudadanos. La falta de acceso a viviendas asequibles es un problema que se agrava día a día.
Un llamado a la acción
Ante esta situación, se hace imprescindible replantear las políticas económicas actuales. Los analistas sugieren que es vital promover iniciativas que incentiven la inversión en sectores productivos y sostenibles, lo cual podría desbloquear el potencial laboral del país.
La transformación del modelo económico hacia uno más inclusivo y menos dependiente del sector inmobiliario no solo beneficiaría a los trabajadores, sino que también podría revitalizar la economía nacional en su conjunto.