En el auto, la juez ha estimado el recurso oponiéndose a las medidas cautelares acordadas presentado por las siete empresas de comunicación demandadas por Urdangarin, y levanta la prohibición de difundir los mails, aunque no para el exsocio de Urdangarin, Diego Torres.
La juez considera que "no se han concretado suficientemente las razones por las que debe limitarse el derecho de información a estos medios y no a otros y por ello estima que la medida solicitada en relación con los medios de comunicación demandados es incierta e ineficaz por cuanto no garantiza que los correos íntimos no se difundan".
No obstante, respecto a Torres, considera que pese a que ha declarado que no tiene ningún correo y nunca ha tenido intención de publicarlos, "es evidente que dispone de los mismos" y que puede acceder a ellos tal y como ha quedado demostrado durante la instrucción de todo el caso Nóos, que tanto ha emponzoñado la imagen del Duque de Palma.
Por ello, "en prevención de que pudiera decidir filtrarlos a cualquier medio de comunicación y con ello frustrar la protección de la intimidad que se peticiona en la demanda principal, no procede alzar la medida frente a este codemandado", resume la juez.
Prevalece el derecho a la información al de la intimidad
La medida cautelar de prohibir la difusión de los correos fue adoptada el 15 de abril de 2013 a petición de Urdangarin, que presentó una demanda contra siete empresas de comunicación y contra Diego Torres porque creía que en un breve periodo de tiempo se publicarían correos íntimos con cuestiones personales y familiares.
Cinco de estos medios se opusieron a la medida amparándose en la preemiencia del derecho a la información sobre el de la intimidad, ante la personalidad pública del Duque, alegando que no pudo probar que disponían de los correos cuya publicación quería evitar y porque atender a este recurso de Urdangarín podía significar censura previa.
Tras analizar las alegaciones de los medios, la juez considera que han podido probar que ellos no fueron los únicos que durante días se habían hecho eco de la existencia de estos correos y de su probable difusión futura, expone el auto.
Además, considera que no se ha probado que los medios demandados tuvieran en su poder los correos ni que fueran a publicarlos en breve, por lo que según la magistrada: "No hay justificación para legitimar que unos medios de comunicación vean limitado su derecho a información y otros medios no".
El 16 de julio se celebró una vista a puerta cerrada para que las partes presentaran sus alegaciones, en la que Iñaki Urgandarin y Diego Torres se vieron las caras en un juzgado por primera vez, ya que en los juzgados de Palma siempre han comparecido en días diferentes para declarar por las irregularidades vinculadas con el Instituto Nóos.
En la vista las partes solicitaron el alzamiento de las medidas cautelares, la Fiscalía sin embargo pidió que se mantuvieran, y el propio Urdangarin reiteró su petición alegando que quería proteger su intimidad y la de su familia.
La duda ahora corroe a la sociedad. ¿Qué estaría intentando mantener oculto el Duque de Palma? ¿Hay algo más escandaloso de lo que se ha desvelado hasta ahora? ¿Acaso unas "infidelidades" a su mujer van a escandalizarnos más que su uso de su título y sus tejemanejes aprovechando la cercanía a la Casa Real?