El acusado de dar una paliza a su madre, de 80 años, a la que metió un puño en la boca para que no gritara y dejó inconsciente por los golpes, en Oviedo, reconoció este martes los hechos que le atribuían la Fiscalía del Principado de Asturias y la acusación particular y aceptó una condena de dos años de prisión por un delito de lesiones en el ámbito familiar, con la atenuante de embriaguez y la agravante de parentesco.