Cuatro años después de los acontecimientos de Halloween Kills, Laurie vive con su nieta Allyson (Andi Matichak) y está a punto de terminar de escribir sus memorias.
En una ciudad de Colorado, en los años 70, un enmascarado secuestra a Finney Shaw, un chico tímido e inteligente de 13 años, y le encierra en un sótano insonorizado donde de nada sirven sus gritos.