Sentirse vacío o abrumado por emociones muy intensas, con altibajos anímicos frecuentes, ataques de ira e incapacidad para relacionarse adecuadamente son algunos de los síntomas que experimentan quienes padecen un trastorno límite de la personalidad (TLP), también llamado borderline, o trastorno de inestabilidad emocional, el más frecuente de todos los que afectan a la personalidad.