La madrugada del 2 de enero de 1921, el buque Santa Isabel, con destino Buenos Aires y 260 personas a bordo, se hunde frente a la escarpada y dura costa de la isla de Sálvora, en Galicia.
El hijo adolescente de Leyre (Maribel Verdú), un ama de casa acomodadamente divorciada, mata a su padre en un arrebato. Ella decide hacer lo imposible por ocultarlo, desatando a su pesar una caótica ‘ola de crímenes’ en la ciudad de Bilbao.