Ha pasado un año desde que Amaia Salazar resolviera los crímenes que aterrorizaron al valle del Baztán. Embarazada y decidida a dejar atrás lo vivido en Elizondo, la vida de la inspectora se ve de nuevo alterada por un suceso inesperado: el suicidio de varios presos que dejan una única palabra escrita en la pared de sus celdas, Tarttalo.
Francisco Paesa (Eduard Fernández) ha sido hombre de negocios, banquero en Suiza, traficante internacional de armas, gigoló, playboy, diplomático, aventurero, estafador y agente secreto: un espía.