La población de Ciudad de Gaza enfrenta una difícil decisión: quedarse y soportar una ofensiva militar o abandonar todo e intentar desplazarse al sur, donde las condiciones son igualmente precarias. Jacob Granger, coordinador de Emergencias de Médicos Sin Fronteras, informa que la situación es crítica, con escasez de alimentos, agua y acceso a servicios médicos. Los bombardeos han aumentado, generando más heridos y desplazamientos. La "zona humanitaria" designada en el sur no tiene capacidad para albergar a los millones que buscan refugio. MSF continúa operando en la región, pero enfrenta serios obstáculos debido a la falta de seguridad y restricciones impuestas por las autoridades israelíes. La comunidad internacional debe garantizar el acceso humanitario en Gaza para aliviar esta crisis humanitaria.
La situación en Gaza es crítica, con personas arriesgando sus vidas diariamente en la búsqueda desesperada de alimentos. Caroline Willemen, coordinadora de proyectos en el norte de Gaza, describe cómo la distribución de ayuda alimentaria en Zikim se ha convertido en un escenario de caos y violencia. Recientemente, durante una entrega de alimentos, las fuerzas israelíes abrieron fuego contra la multitud, resultando en numerosos heridos y muertos. Este tipo de incidentes mortales son comunes, reflejando la escasez alarmante de comida y la ineficacia en los métodos de distribución. La realidad para muchos es angustiante, con familias luchando por sobrevivir mientras enfrentan el miedo y la incertidumbre cada vez que intentan acceder a ayuda alimentaria.
El Dr. Obeid, uno de los cirujanos de Médicos Sin Fronteras, está en el Hospital Kamal Adwan, desde donde relata la dramática situación que atraviesa el norte de Gaza. “Hacemos un llamamiento a todos los países del mundo para que consideren [lo que sucede en] el norte de Gaza y levanten el asedio que ha provocado la muerte de tantas personas”.
Un brote se está extendiendo por el centro y este del país con, hasta la fecha, 5.000 casos y 191 muertes. Un reto más a la grave guerra de Sudán, que ya lucha contra la preocupante desnutrición infantil, los heridos de guerra en masa, y las enfermedades prevenibles.
Tras la aprobación total de la vacuna contra la COVID-19 de ARNm de Pfizer-BioNTech, otorgada por parte de la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés), Médicos Sin Fronteras (MSF) pide nuevamente a Pfizer y BioNTech que compartan de inmediato la tecnología y el conocimiento para realizar la vacuna con fabricantes en el continente africano que podrían ayudar a impulsar el suministro mundial.
Médicos Sin Fronteras alerta de que, tras tres años de conflicto, el número de niños con desnutrición grave está aumentando considerablemente. Sin embargo, no hay datos de calidad disponibles para declarar una hambruna inminente.
Médicos Sin Fronteras (MSF) atendió en 2015 a un total de 154.647 heridos de guerra en 69 hospitales y clínicas en el noroeste, el oeste y el centro de Siria, país azotado por casi cinco años de conflicto. De ellos entre un 30 y un 40% de los pacientes eran mujeres y niños.
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Médicos Sin Fronteras ha suspendido sus actividades en el hospital de Zalingei, Sudán, tras un violento ataque armado que dejó un muerto y cinco heridos, incluyendo a un miembro del personal médico. Este incidente ocurrió la noche del 16 de agosto, cuando familiares de un paciente fallecido ingresaron armados al hospital. La suspensión se produce en medio de un brote de cólera que ya ha cobrado vidas en la región. MSF enfatiza la necesidad de garantías de seguridad para reanudar sus operaciones, ya que el hospital es crucial para atender a la población local afectada por la crisis sanitaria y el conflicto armado.
Un estudio realizado entre el personal de Médicos Sin Fronteras en Gaza y sus familias revela que casi la mitad de las personas asesinadas desde el inicio del conflicto son niños y niñas. Aproximadamente tres de cada cuatro muertes se deben a heridas de guerra, principalmente por explosiones. La investigación destaca una alarmante tasa de mortalidad, con un aumento significativo en la mortalidad infantil, que se ha multiplicado por diez entre los menores de cinco años. La encuesta, que abarcó a más de 2,500 personas, también señala que el acceso a atención médica se ha visto gravemente afectado debido al asedio y la destrucción del sistema sanitario en Gaza.
Tal y como ha reseñado Médicos Sin Fronteras (MSF), 41 personas han perdido la vida tratando de alcanzar las costas británicas en embarcaciones precarias y cada vez más atestadas.
En los últimos diez días, el Hospital Nasser y los equipos de Médicos Sin Fronteras (MSF) se han visto desbordados por cuatro incidentes con víctimas múltiples en el sur de la Franja.
La falta de pruebas diagnósticas y la dificultad para asegurar una correcta protección del personal sanitario, socio sanitario y de residencias durante las fases más agudas de la epidemia de Covid-19 en España mermaron la capacidad de respuesta a la pandemia. Así se pone de manifiesto en el informe publicado hoy sobre protección al personal sanitario elaborado por Médicos Sin Fronteras (MSF).
Entre los rescatados se encontraba una mujer embarazada que tuvo que ser evacuada urgentemente a Roma, al sufrir espasmos y temerse por su vida.
Médicos sin Fronteras asegura en un comunicado que "las puertas del hospital de Kunduz estuvieron cerradas toda la noche, así que ninguna persona que no fuera parte del personal sanitario o paciente estaba dentro cuando tuvo lugar el bombardeo”.
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