En todo caso, esta cantidad máxima sólo podrían percibirla los regidores de las grandes ciudades, con más de medio millón de habitantes, ya que el tope salarial va disminuyendo conforme desciende la población.
Así queda establecido en la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, también conocida como Ley de Reforma Local, que fija que deben ser los Presupuestos Generales del Estado (PGE) los que establezcan anualmente el máximo total que pueden percibir los integrantes de una corporación local.
En dicha norma se recoge que el criterio a tener en cuenta como referencia a la hora de determinar los salarios de los alcaldes ha de asimilarse al de los secretarios de Estado.
En ese sentido, en poblaciones de más de 500.000 habitantes el sueldo tope será de 100.000 euros; en aquellos municipios de entre 300.001 y 500.000 habitantes el salario máximo será de 90.000 euros; en ciudades de entre 150.001 y 300.000 habitantes, 80.000 euros; en urbes de entre 75.001 y 150.000 habitantes, 75.000 euros; en núcleos urbanos de entre 50.001 y 75.000 habitantes, 65.000 euros; en poblaciones de entre 20.001 y 50.000 habitantes, 55.000 euros; en municipios de entre 10.001 y 20.000 habitantes, 50.000 euros; en urbes de entre 5.001 y 10.000 habitantes, 45.000 euros, y en poblaciones de entre 1.000 y 5.000 habitantes, 40.000 euros.
Esta ley fija que los integrantes de los ayuntamientos con una población inferior al millar de habitantes no tendrán dedicación exclusiva. De este modo, para aquellos que tienen una dedicación del 75% se fija un sueldo de 30.000 euros; para los que cuentan con una dedicación del 50%, 22.000 euros, y para los que disponen de una dedicación del 25%, 15.000 euros.
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