Yemen se encuentra sumido en una oleada de enfrentamientos entre una coalición internacional liderada por Arabia Saudí y rebeldes hutíes, que se recrudecieron el pasado 26 de marzo al iniciarse los bombardeos árabes.
En un informe titulado 'Bombas que caen desde el cielo día y noche: civiles bajo el fuego en el norte de Yemen', de 40 páginas, Amnistía analiza 13 mortíferos ataques aéreos perpetrados por la coalición árabe en Sada, en el noreste del país, que causaron la muerte de unos 100 civiles, entre ellos 59 menores de edad, así como el uso de bombas de racimo prohibidas internacionalmente.
"Este informe destapa más indicios de ataques aéreos ilegales llevados a cabo por la coalición dirigida por Arabia Saudí, algunos de los cuales constituyen crímenes de guerra. Demuestra con espeluznante detalle que es fundamental terminar con el uso de las armas para cometer graves violaciones de derechos humanos de esta naturaleza", afirmó Donatella Rovera, asesora general de Amnistía Internacional sobre respuesta a las crisis, quien presidió la visita de investigación de la organización a Yemen.
Rovera indicó que "Estados Unidos y otros Estados que exportan armas a alguno de los bandos enfrentados en el conflicto de Yemen tienen la responsabilidad de garantizar que las transferencias de armas que autorizan no facilitan la comisión de violaciones graves del derecho internacional humanitario".
Amnistía Internacional pidió a los miembros de la coalición dirigida por Arabia Saudí que participan en la campaña militar que suspendan las transferencias de armas y municiones utilizadas para cometer violaciones del derecho internacional humanitario en Yemen (incluidos crímenes de guerra), en particular las bombas de la serie MK (MARK) 80 y otras bombas de propósito general, aviones de combate, helicópteros de combate, y sus partes y componentes conexos.
No en vano, AI apunta que han muerto más civiles por ataques aéreos de la coalición árabe que por ninguna otra causa durante el conflicto de Yemen y que la ciudad de Sada ha sufrido mayor destrucción que ninguna otra ciudad del país por los ataques aéreos.
El informe pone de manifiesto un patrón de "apabullante desprecio por la vida de los civiles" por parte de la coalición militar encabezada por Arabia Saudí, que, contraviniendo el derecho internacional, declaró objetivos militares las ciudades de Sada y la vecina Marran en su totalidad, en las que residen decenas de miles de civiles.
En al menos cuatro de los ataques aéreos investigados por Amnistía Internacional, las viviendas atacadas fueron alcanzadas en más de una ocasión, lo que parece indicar que eran los objetivos perseguidos, a pesar de que no existía ninguna prueba de que se estuvieran utilizando para fines militares.
"Declarar objetivos militares extensas zonas densamente pobladas y atacar repetidamente viviendas civiles son elocuentes ejemplos de la flagrante falta de precauciones adoptadas por las fuerzas de la coalición para evitar la pérdida de vidas civiles como exige el derecho internacional humanitario", dijo Rovera.