En el acto de apertura de campaña electoral, en el hall de un teatro de Madrid, Garzón puso ejemplos del crecimiento de la desigualdad y de la "desamortización de lo público" que están generando las políticas neoliberales emprendidas tanto por el PP como por el PSOE.
"Sabemos que va a haber un cambio", dijo, pero si ese cambio no cuenta con la izquierda "será a peor, hacia la reacción" y la pérdida de derechos sociales. "No queremos más de lo mismo" sino un cambio "radical" de modelo político, económico y social mediante un proceso constituyente. "No queremos chapa y pintura. Queremos una Constitución debatida por todos", sentenció.
Garzón denunció que en España gobiernan y mandan quienes no se presentan a las elecciones porque no lo necesitan, y señaló como ejemplo a las empresas eléctricas, herederas de la oligarquía franquista y que siguen obteniendo beneficios mientras hay ciudadanos que pasan frío en invierno. Aseguró, en ese punto, que su propuesta es nacionalizar empresas estratégicas si es la única forma de impedir privaciones de prestaciones fundamentales para una vida digna.
Frente a candidatos que "bailan, cantan, saltan, hacen zumos de piña o conducen coches de rally para estrellarse", Garzón subrayó el deber de quienes se presentan a unas elecciones de tener un programa completo y concreto más allá de sus gustos personales. Criticó a quienes "corren hacia el centro" superpoblándolo hasta el punto de que pueda acabar "implosionando", y alertó de que un millón de votos no pueden justificar mentir a los ciudadanos.