El escrutinio de los comicios del 20 de diciembre sitúa al PP de Rajoy como la fuerza más votada con 7,2 millones de votos y 123 escaños en el Congreso de los Diputados. Pierde 3,6 millones de sufragios y 63 parlamentarios respecto a las generales de 2011.
Pese al triunfo, la debacle del PP provoca que Rajoy lo tenga muy difícil para seguir gobernando otra legislatura porque las opciones de buscar socios son complicadas. La suma con Ciudadanos (40 escaños) le aportaría 163 diputados, ligeramente por encima de los 159 de una alianza entre PSOE y las plataformas de Podemos.
Aunque Rajoy convenciera a Ciudadanos para respaldar su investidura, necesitaría la abstención de otros partidos para seguir otra legislatura más al frente de La Moncloa. Las formaciones de izquierda son mayoría con los 90 del PSOE, 69 de Podemos y sus afines, los 9 de Esquerra Republicana de Catalunya, 2 de Izquierda Unida Unidad Popular y 2 de Bildu. En total 172 diputados en el Congreso.
Con semejante fragmentación, cerrar un pacto de investidura será de lo más complejo para cualquiera de los candidatos que lo quiera intentar, tanto si es el popular Mariano Rajoy como si es el socialista Pedro Sánchez. ¿Será España la nueva Bélgica que estuvo hasta 500 días sin formar gobierno tras unas elecciones generales?