Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden del X Observatorio de Emancipación presentado este lunes en Madrid por el Consejo de la Juventud de España (CJE), elaborado con diversos datos estadísticos oficiales sobre el primer semestre de 2015.
El observatorio refleja que sólo el 20,8% de los menores de 30 años están emancipados, y de ellos sólo el 15,7% tiene recursos suficientes para poder vivir solo.
De hecho, según Víctor Reloba, responsable de la Comisión Socioeconómica del CJE, el peligro futuro es que los jóvenes estén condenados a una sensación de "incertidumbre vital", provocada por tener que rotar entre empleos parciales y temporales y la imposibilidad de hipotecarse.
"Va a haber una población ya no tan joven que no tiene un proyecto de vida propio, con más dependencia de la familia, como la situación que vivían los abuelos, en la que dentro del hogar familiar se encadenaban varias generaciones", subrayó. Además, dijo, hay que sumar a esa situación el peligro de la sostenibilidad del Estado de bienestar y de las pensiones.
En esta línea, el observatorio refleja que el 64,1% de los jóvenes no están trabajando y el 60% de quienes lo hacen percibe menos de mil euros netos al mes. Es más, sólo el 10% de quienes trabajan e ingresan más de 1.840 euros al mes pueden comprar una vivienda.
Por ello, una persona joven debería destinar casi el 60% de su salario a comprar una casa (de 51,2 metros cuadrados máximo), para lo que tendría que cobrar un 95% más de lo que cobra. Algo imposible. Los jóvenes estamos abocados a vivir en la incertidumbre económica: sin empleo estable, sin derecho a pensar en su porvenir más allá de unos meses vista.