Simeone afrontaba el choque tras el parón de selecciones sin sus dos centrales titulares lesionados (Godín y Giménez), suplidos por Lucas y por el debutante Nacho Monsalve, pero las señas de intensidad y bloque defensivo siguieron brillando en el Manzanares.
Además, funcionó la ofensiva ante un Betis que volvió a demostrar que da una de cal y otra de arena, capaz de lo mejor y de lo peor pero independientemente del buen partido realizado la realidad es que el resultado ayuda a subir anímicamente antes de la Champions y mete presión a los culés en la liga donde ahora están a seis puntos antes de que se celebre el clásico en honor a Cruyff.