El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres, ha documentado la ejecución de 126 personas a manos de Daesh desde el 29 de enero hasta el 29 de marzo de este año en zonas controladas por este grupo extremista en las gobernaciones de Deir ez-Zor, Damasco, Alepo, Hasaka y Homs, donde el Estado Islámico martó a 57 civiles sirios, entre ellos cuatro mujeres y cinco niños.
En ese periodo también ejecutó a cuatro de sus propios milicianos, 29 combatientes de la organización terrorista Frente al Nusra y al menos 36 soldados y leales al régimen de Bachar el Asad, la mayoría de los cuales fueron decapitados.
De esta forma, el número de civiles, rebeldes, militantes de Daesh, miembros de las fuerzas del régimen y partidarios de Asad ejecutados por el Estado Islámico desde la declaración del califato el 29 de junio de 2014 se eleva a 4.064, de los cuales 2.197 son civiles (de ellos, 83 niños y 125 niños), que perdieron la vida acribillados, decapitados, lapidados, tirados desde lo alto o quemados en las gobernaciones de Damasco, Damasco Rual, Deir ez-Zor, Ar-Raqqa, Hasaka, Alepo, Homs y Hama.
El OSDH señaló que más de 930 civiles de la tribu suní Al Shaitat fueron ejecutados en el este de Deir ez-Zor, al igual que 223 kurdos por disparos o por arma blanca en la ciudad de Ayn al-Arab y el pueblo de Barkh Botan, y 46 civiles tras ser quemados o decapitados en el pueblo de al-Mab'ojah.
Además, también hay 301 víctimas mortales de combatientes las Unidades de Protección Popular, el Frente Al Nusra, rebeldes y batallones islámicos, después de ser arrestados.
Igualmente, 426 militantes de Daes fueron ejecutados por "exceder los límites de la religión" o "espionaje en favor de países extranjeros", la mayoría de ellos después de ser secuestrados tras intentar regresar a casa.
Un total de 1.128 soldados y oficiales del Ejército sirio tampoco se libraron de las ejecuciones de Daesh, al igual que dos militares que no pertenecían a ninguna facción armada, a quienes dispararon por "apostasía" y después de ser crucificados en la plaza del pueblo de Hmar, en Deir ez-Zor.