Los jueces designados por el organismo, el italiano Luigi Fumagalli, el estadounidense Jeffrey G. Benz y el británico James Robert Reid, proclamaron que, según la normativa, la sanción del IAAF es impecable, aunque, a la vez, criticaron al organismo.
Su normativa (el reglamento 22.1.A) concede a los afectados una posible vía para acudir a la competición en Brasil, pero ésta es de imposible aplicación: deberían haber vivido ya "un largo periodo de tiempo" en el extranjero y ofrecido todas sus pruebas antidopaje a laboratorios de indudable historial.
Este fallo del TAS podría ser clave para la cercana decisión del Comité Olímpico Internacional (CIO), que afectará a todas las disciplinas, después de que el lunes el Informe McLaren encargado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) acusara a Rusia de dopaje de Estado.
Lo más probable es que el ente deje en manos de cada federación deportiva el futuro de sus representantes rusos y si pasara lo peor que estrellas como la pertiguista Yelena Isinbayeva, las saltadoras Anna Chicherova y Maria Kuchina o el vallista Sergey Shubenkov se perderán con total seguridad la cita del próximo mes. Rusia todo esto lo ve cómo un nuevo ataque de Occidente a Oriente, lo que puede volver a tensar las relaciones después de lo ocurrido en años anteriores con Ucrania.