Los cuerpos de una familia compuesta por dos adultos de unos 40 años, una niña de cinco y un niño de un año, fueron hallados junto con documentación brasileña en un chalé de Pioz (Guadalajara) en la madrugada del pasado domingo.
Pese a que aún faltan las pruebas de ADN que certifiquen la identidad de las víctimas, los investigadores trabajan con la hipótesis de "un ajuste de cuentas, llevado a cabo por sicarios profesionales". Y es que el estado de la vivienda y de los cuerpos indica que huían de alguien y que llevaban al menos un mes muertos.
Un vecino de la familia se quejaba del mal olor proveniente de la casa a la Guardia Civil de Horche (Guadalajara). Hacia la 1.00 del domingo varios agentes se presentaban en la calle de Los Sauces, justo a la entrada de la urbanización La Arboleda, en las afueras de Pioz, una de las pequeñas poblaciones (3.500 habitantes) de su demarcación.
Ante la falta de respuesta, los guardias abrieron "con la llave que tenía un vecino" la puerta de la vivienda, un chalé unifamiliar, como el resto que componen la urbanización: "La casa estaba casi vacía, apenas había muebles, ni rastros de vida, ni comida, tan solo seis bultos en el salón".
Los agentes se enfrentaron a una escena dantesca, propia del cine de terror: "La muerte fue rápida, no hay signos de tortura, no sufrieron. El trabajo lo han hecho sicarios profesionales, probablemente con un cuchillo de carnicero o un hacha", aseguran fuentes cercanas a la investigación.
"Les conocían, les dejaron pasar" y, por el tipo de muerte y "la limpieza" intuyen que puede tratarse de "un ajuste de cuentas, probablemente por drogas, pero los que han hecho esto no era la primera vez que lo hacían". El hecho de que la casa estuviese casi sin amueblar les hace creer que "la familia estaba huyendo, se estaban escondiendo".
El estado de los cadáveres revela que "al menos llevaban un mes muertos" y, aparentemente "por la documentación encontrada, se trata de una familia brasileña, un matrimonio y sus dos hijos, pero serán las pruebas de ADN las que lo certifiquen", señalan.
Vecinos de la urbanización indican que se trata de "la casa de Pedro, el anterior administrador, pero él y su familia vivieron aquí hasta hace muy poco, tan poco que ni siquiera sabíamos que lo habían alquilado, como mucho debe hacer algo más de un mes, porque por esa fecha les vimos".
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