Bretaña francesa, 1770. Marianne es una pintora que debe realizar el retrato matrimonial de Héloïse, una joven que acaba de dejar el convento. Héloïse no acepta su destino como mujer casada y se niega a posar, por lo que Marianne debe trabajar en secreto.
Desde que Nora asistió al juicio de Jacques Viguier, acusado del asesinato de su esposa, está convencida de su inocencia. Por temor a un error judicial, convence a un letrado para que lo defienda en un segundo juicio.