Será recordado como el año en el que el zar Putin tumbó en la lona de la política internacional al emperador Obama. En 2015 la opinión pública mundial, al menos la que se interesa por todo aquello que repercute, y mucho, en nuestras vidas, descubrió con asombro que los acontecimientos que están cambiado el mundo a velocidad de vértigo no son como nos los cuentan.