Para superar su drogodependencia, Thomas, un joven de 22 años, se une a una comunidad religiosa aislada en el monte en la que los jóvenes se rehabilitan a través del recogimiento espiritual.
Después de quince años de convivencia, Marie y Boris deciden separarse. Marie es la propietaria de la casa en la que viven junto a sus dos hijas pero Boris es el que la ha renovado completamente.