Alrededor de 180.000 niños menores de cinco años mueren cada año en África subsahariana por enfermedades diarreicas provocadas por la falta de acceso adecuado a agua, saneamiento e higiene, según destaca Unicef con motivo de una conferencia celebrada en Dakar (Senegal).
Casi la mitad de la población mundial sin acceso a fuentes mejoradas de agua potable vive actualmente en África subsahariana y cerca de 700 millones de personas en esta región carecen de servicios de saneamiento adecuado adecuados.
Unicef apuntó que África subsahariana tiene ahora casi el doble de población respecto a hace 25 años, pero en este tiempo el acceso a servicios de saneamiento ha aumentado sólo en 6 puntos porcentuales y el del agua, en 20 puntos porcentuales.
Unicef destacó que esta situación puede empeorar drásticamente en los próximos 20 años si no hay una reacción rápida para revertirla, ya que el aumento de la población supera los esfuerzos de los gobiernos para prestar servicios esenciales. Por ejemplo, el número de personas que defecan al aire libre en la región es ahora más alto que en 1990, lo cual se ha relacionado con un aumento en el retraso del crecimiento de los niños.
"Niños muriendo cada día, millones con retraso en el crecimiento y enormes pérdidas económicas no pueden ser lo de siempre", apuntó Manuel Fontaine, director regional de Unicef para África Occidental y Central, quien añadió que "el ritmo del progreso tiene que acelerarse exponencialmente con políticas fuertes, una financiación robusta y un cambio importante en las prioridades de quienes tienen el poder de actuar".
Por ello Unicef, en colaboración con el Gobierno de Senegal y el Consejo de Ministros Africanos sobre el Agua, ha organizado la primera conferencia 'Financiación innovadora sobre agua, saneamiento e higiene en África Occidental y Central', que concluirá el próximo jueves.