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Rusia está cometiendo "crimenes de guerra" en Siria

Virginia González | Miércoles 23 de diciembre de 2015

Amnistía Internacional (AI) asegura que los recientes bombardeos de Rusia en Siria han matado a cientos de civiles y han provocado "una destrucción masiva" en zonas residenciales, al alcanzar viviendas, un mercado en plena actividad o instalaciones médicas.



Por ello asegura que en estos "ataques sistemáticos” “se aprecian indicios de violaciones del derecho internacional humanitario" y que "podrían constituir crímenes de guerra".

En un informe de 28 páginas, Amnistía se centra en seis ataques realizados en Homs, Idleb y Alepo entre los pasados meses de septiembre y noviembre, en los que murieron al menos 200 civiles y una decena de combatientes, y califica de "vergonzosa" la actitud de las autoridades rusas al no reconocer estos homicidios.

El documento incluye indicios que sugieren que las autoridades rusas mintieron para ocultar los daños civiles que produjeron los ataques aéreos contra una mezquita y un hospital de campaña, y sobre el supuesto uso de municiones de racimo y bombas no guiadas, prohibidas internacionalmente, sobre zonas residenciales densamente pobladas.

"Algunos bombardeos aéreos de Rusia parecen haber ido dirigidos directamente contra la población civil o bienes de carácter civil, al haber atacado zonas residenciales sin ningún objetivo militar evidente, e incluso instalaciones médicas, hiriendo y matando a civiles. Tales ataques pueden constituir crímenes de guerra", aseguró Philip Luther, director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, quien consideró "fundamental que estas presuntas violaciones se investiguen de forma independiente e imparcial".

Según AI, las autoridades rusas subrayaron que sus fuerzas armadas sólo atacan objetivos "terroristas" y han negado que hayan sido responsables de las muertes de civiles o, "simplemente, se han mantenido en silencio".

Amnistía Internacional entrevistó a testigos presenciales y supervivientes de los ataques, y examinó pruebas de vídeo e imágenes de los momentos posteriores a los ataques con ayuda de análisis realizados por expertos en armas. Las acciones eran presuntos ataques aéreos de Rusia y se compararon los detalles de cada uno de ellos con las declaraciones del Ministerio de Defensa ruso en las que se anunciaban ofensivas contra objetivos "terroristas" o con las declaraciones de testigos.

Según las investigaciones de AI, "no había objetivos militares ni combatientes en las inmediaciones de las zonas atacadas", lo que sugiere que los ataques pueden haber violado el derecho internacional humanitario y, en algunas circunstancias, podrían constituir crímenes de guerra.

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