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Human Rights Watch pide prohibir los "robots asesinos"

Virginia González | Lunes 11 de abril de 2016

Los países deben conservar el “control humano significativo” de los sistemas de armas y prohibir las armas robóticas completamente autónomas, conocidas como ‘robots asesinos’ apuntan HRW y la Clínica Internacional de Derechos Humanos de Harvard.



Este lunes Human Rights Watch (HRW) y la Clínica Internacional de Derechos Humanos de la Facultad de Derechos de Harvard (Reino Unido) publica un informe, de 16 páginas, ante una reunión multilateral sobre armas convocada este lunes por Naciones Unidas en Ginebra (Suiza), que se prolongará hasta el próximo viernes con la previsible asistencia de muchos de los 122 países que se han adherido a la Convención sobre Prohibiciones o Restricciones del Empleo de Ciertas Armas Convencionales. Se espera que el concepto de “control humano significativo” sea una pieza central de las deliberaciones.

El informe, de 16 páginas y titulado ‘Robots asesinos y el concepto de control humano significativo’, versa sobre la importancia moral y legal de estas armas, y muestra el creciente reconocimiento de que los seres humanos permanezcan a cargo de las funciones de seleccionar y disparar contra objetivos.

"Las máquinas han servido durante mucho tiempo como instrumento de guerra, pero históricamente los seres humanos han dirigido la forma en que se utilizan", dijo Bonnie Docherty, investigadora principal de la División de Armas de HRW y autora principal del informe, quien añadió que “ahora hay una amenaza real de que los seres humanos podrían renunciar a su control y delegar decisiones de vida o muerte a las máquinas".

El informe indica que las armas totalmente autónomas van un paso más allá de los aviones no tripulados y bajo control remoto (los llamados ‘drones’), ya que pueden seleccionar y atacar objetivos sin la intervención humana. Pese a que estas armas aún no existen plenamente, el rápido avance tecnológico atrae la atención y la preocupación internacional sobre los ‘robots asesinos’, según el estudio.

HRW coordina la campaña ‘Stop Killer Robots’, con la que pide que la convención sobre armas convencionales dé lugar a una nueva legislación internacional que prohíba las que son totalmente autónomas. De hecho, la convención prohibió las armas láser cegadoras en 1995.
“Los seres humanos deben tener el control de los sistemas de armas y los ataques individuales, no sólo en las actuaciones generales”, dijo Docherty, quien apuntó que ello “ayudaría a evitar las amenazas a los principios morales fundamentales sobre la decisión de utilizar la fuerza”.


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